viernes, 22 de agosto de 2008

Seguimos buscando

- Si todo dependiera de ti y de mí, te aseguro que hace mucho habríamos acabado esto. Estoy harto, ¿sabes?, harto de buscar vestigios.

- Lo que te pasa es que no tienes ni idea. Yo la vi, y cuando la vi se marchó, y cuando se marchó la seguí, y mientras la seguía la perdí.

- Perfecto. En todo caso, no estaba tu nieto con ella.

- No estaba, y cuando le pille le voy a dar una paliza.

- Tú lo que tienes que hacer es dormir un poco. Ya mañana seguiremos buscando.

- Y también estaba ese perro, el que estuvo todo el tiempo merodeando con la niña alrededor del barco. ¡Si lo pillo...!

- ¡Si lo pillas, que no lo vas a pillar, saldrá corriendo o te morderá! Vámonos a dormir, hazme el favor. Llevamos ya dos días y dos noches buscando. Mira: donde esté el perro estará la niña, y donde esté la niña estará el perro, pero donde estén ellos no tiene por qué estar tu nieto. Tu nieto estará por ahí dando tumbos. ¡Ya volverá!

- Y cuando vuelva se va a enterar. ¡Maldita niña!

- Otra vez con la niña. ¿Pero qué tiene que ver la niña? Tienes que dormir porque, si no, vas a ver niñas y perros por todas partes.

1 comentario:

montse dijo...

No debería sufrir por la niña, seguro que el perro cuida de ella.
Besos.